Capítulo 3
Blogspot de Manolo Rodríguez
Escribe su hermano Juan Antonio Rodríguez
MANUEL RODRIGUEZ PASTOR, fué Periodista, Locutor, Presentador, Actor y Poeta.
HISTORIA DE UN GRAN PROFESIONAL Y UN IDEALISTA.
Radio POPULAR de Vélez, locutor
Radio MARBELLA, Locutor
Radio POPULAR de Málaga, Locutor
Radio MALAGA locutor y sincronizador
S.E.R. Axarquía, Director;
PTV Presentador; con "MI QUERIDA MALAGA", programa de más éxito.
TV Axarquía, Presentador y showman.
Colaboró en Radio Nacional y Radio Juventud.
Colaboró con el Semanario MALAGA DEPORTIVA de Redactor.
Representó obras escénicas en: Peña Malaguista, Teatro Cánovas, Sociedad Filarmónica y Teatro Lope de Vega en Vélez-Málaga, en este caso con la Compañía María Zambrano, siempre como galán.
Presentó infinidad de eventos, para diversas sociedades culturales y mundo cofrade:
Pregonero de Semana Santa con múltiples Cofradías y actos Marianos.
"Premio de poesía Manolo Rodríguez".
Retransmitía en directo el paso de las procesiones por Carretería, a la altura de "tribuna de los pobres", primero en Radio POPULAR, después con PTV. Lo ejercía como ningún otro profesional; desde su gran personalidad, incluía historia y poesía, de las que su formidable interpretación ponía a uno los bellos de punta.
Cofrade en las Hermandades de la Oración del Huerto, de Málaga y Vélez.-
Visitador Médico, más de 15 años.
Su vida profesional fué larga, pero la suya muy corta, 51 años. Ahora se conmemora el XXI aniversario de su fallecimiento. A petición de sus hijos, intentaré relatar su vida profesional y humana, hasta donde yo sé. Espero que me juzgue con benevolencia y sepa perdonar, desde el cielo, mis posibles errores e incoherencias, como así Vdes. y sus hijos. Por mi parte, pondré todo el corazón y veracidad en la redacción del relato.
Radio MARBELLA, Locutor
Radio POPULAR de Málaga, Locutor
Radio MALAGA locutor y sincronizador
S.E.R. Axarquía, Director;
PTV Presentador; con "MI QUERIDA MALAGA", programa de más éxito.
TV Axarquía, Presentador y showman.
Colaboró en Radio Nacional y Radio Juventud.
Colaboró con el Semanario MALAGA DEPORTIVA de Redactor.
Representó obras escénicas en: Peña Malaguista, Teatro Cánovas, Sociedad Filarmónica y Teatro Lope de Vega en Vélez-Málaga, en este caso con la Compañía María Zambrano, siempre como galán.
Presentó infinidad de eventos, para diversas sociedades culturales y mundo cofrade:
Pregonero de Semana Santa con múltiples Cofradías y actos Marianos.
"Premio de poesía Manolo Rodríguez".
Retransmitía en directo el paso de las procesiones por Carretería, a la altura de "tribuna de los pobres", primero en Radio POPULAR, después con PTV. Lo ejercía como ningún otro profesional; desde su gran personalidad, incluía historia y poesía, de las que su formidable interpretación ponía a uno los bellos de punta.
Cofrade en las Hermandades de la Oración del Huerto, de Málaga y Vélez.-
Visitador Médico, más de 15 años.
Su vida profesional fué larga, pero la suya muy corta, 51 años. Ahora se conmemora el XXI aniversario de su fallecimiento. A petición de sus hijos, intentaré relatar su vida profesional y humana, hasta donde yo sé. Espero que me juzgue con benevolencia y sepa perdonar, desde el cielo, mis posibles errores e incoherencias, como así Vdes. y sus hijos. Por mi parte, pondré todo el corazón y veracidad en la redacción del relato.
Manolo Rodríguez, en la terraza del Hotel Málaga Palacio, ante parte de "Su querida Málaga"
Biografía personal
Manolo adolescente.
Iba creciendo muy espigado, en esto y algunas cosas más se parecía a nuestro padre, que era muy alto.
Empezó a usar gafas, tenía miopía. Era un problema visual que no tenían nuestros padres, pero lo hemos padecido tres de cinco hermanos.
Cursó estudios en los HH. Maristas, hasta que ingresó en la Escuela de Comercio. Aquí estuvo un par de cursos, pero no era de su agrado y lo abandonó. Me comentaba la de "piardas" que hacía con sus compañeros de curso. Iban principalmente a la zona de biblioteca en los jardines de Puerta Oscura.
Rincón de la biblioteca que existía en los jardines de Puerta Oscura
Mis padres para que siguiera estudiando, lo inscribieron en los Salesianos de San Bartolomé, allí coincidimos un curso.
Me acuerdo un percance que tuvimos de niños, cuando mi hermano tenía once años y yo siete.
Aparece por mi casa un mozo, _de los que daban portes a las puertas de los Ferrocarriles Suburbanos_ con un triciclo. Lo había enviado mi padre, para que entregara algún dinero a mi madre y pudiera preparar el almuezo. Los cuatro o cinco chiquillos que jugábamos en la calle quisimos montarnos en él. Mi hermano se ofrece a conducirlo, el mozo lo deja y se pega a su lado. Todo iba bien desde Rojas Clemente hasta la esquina de María Auxiliadora. Doblamos hacia Pérez de Castro y hay una pequeña bajada, por la que el triciclo coge un poco más de velocidad. El mozo se queda unos metros retrasado, a los niños les gusta la velocidad y algunos empiezan a mecerse; Manolo no tiene fuerzas para sujetarlo. Consecuencia, el vehículo vuelca y todos nos vamos al suelo. Yo me levanto y me doy cuenta que mi codo izquierdo esta roto, astillado. A mi hermano le caería la regañina y yo al Sanatorio 18 de Julio.
Otro percance cuando Manolo tenía trece años. Mi madre preparaba temprano la cena, una noche de Jueves Santo del año 57. Mi padre había comprado unos bonos para ver las procesiones en la Alameda Principal, sólo para este día. Quería que disfrutáramos viendo pasar a La Esperanza y a los legionarios, entre otros pasos.
Mi hermano y yo estábamos en el salón y oimos gritos de mi madre. Se le había quemado el aceite en la sartén, con fuego incluído y la puso en el suelo para ahogarlo con la tapadera de una olla. Nosotros que acudimos para ver qué pasaba, mientras mi madre cogía la tapadera, él dice: "esto se hace así", pisa la sartén que estaba en el suelo y todo el aceite hirviendo se le va para la pierna. Los gritos de dolor de Manolo fueron escalofriantes y los de mi madre de estupor... por unos segundos se la había adelantado. Yo era un espectador petrificado que no creía lo que veían mis ojos. Mi padre apareció también, le hicieron una primera cura, mi hermano se fué calmando y sus gritos se transformaron en llantos..."que se quería morir", decía entre sollozos.
Al final mi madre se quedó con Manolo y los mellizos. Mi padre me llevó a ver la legión. Los dos estábamos muy serios y deseando marcharnos a casa.
Le quedaron cicatrices muy feas en la pierna, que lo sobrellevó toda la vida.
En otra ocasión anterior se le había clavado la punta de una hoja de palmera en la pierna, que fué muy difícil de sacar y se le quedó parte de ella en el interior. Al cabo de pocos meses la punta empujaba para salir_una cuarta mas abajo_ y se pudo extraer.
¡Nó!, quieto no estaba, pero ninguno de nosotros, ya que vivíamos en una casa de sólo planta baja y teníamos fácil acceso a la calle. Quizás él fuera algo más arriesgado que nosotros, aunque no lo creo, eso era cuestión de buena o mala suerte; los chiquillos teníamos caídas todos los días.
Manolo 15 años, en la zona entre el Seminario y Arroyo Toquero.
Empezó a trabajar muy joven, en diversas labores, aunque mi madre lo quitaba a los pocos días, cuando no veía porvenir ni categoría en los mismos. A mí no me dejó trabajar de botones en un Hotel, porque decía que su hijo no estaba para servir de maletero. Y eso que le hacía falta el dinero, pero era muy orgullosa y muy mirada para con sus hijos.
Manolo y la lírica.
Mi hermano era un amante de la música desde pequeño, tenía buen oído y una voz magnífica. En casa y en la vecindad eran famosas las rancheras que cantaba, mientras se arreglaba para salir. Imitaba muy bien a Jorge Negrete. A mi madre la entusiasmaba, porque era una fans de este magnífico y malogrado cantante mexicano.
Manolo se iba relacionando con nuevos amigos, tenía 17 años cuando por medio de ellos, ingresa en los coros de la Agrupación Lírica Malagueña.
Manolo, arriba a la derecha con varios amigos y compañeros pertenecientes a la Agrupación Lírica Malagueña.
Agachados: José M.ª Puyana; lo conocí en el coro, tocaba el clarinete en la banda Municipal, fundador de la banda de música Miraflores-Gibraljaire y a su derecha Pepe Jurado, amigo, hijo de D. Antonio Jurado García, compañero de mi padre en FF. Suburbanos y propietario del célebre establecimiento Casa de la Música, hermano de Antonio Jurado, conocido en Facebook por la infinidad de imágenes que aporta de la Málaga Antigua en sus páginas.
Esta Agrupación, que gozaba de la simpatía de los malagueños, estaba presidida por el prestigioso Dr. D. José Luís Meliveo, médico Toco-Ginecólogo, con consulta privada en un bajo de calle Alamos. Era además un magnífico tenor y el galán en todas las zarzuelas que se representaban por este coro.
Mi carnet con 14 años, de la Agrupación Lírica Malagueña, de la que mi hermano Manolo tendría uno igual. Firmado por su Presidente Dr. D. José Luís Meliveo, Médico Toco-Ginecólogo malagueño.
Todos dirigidos por el inolvidable músico y compositor, maestro de maestros D. Perfecto Artola, Director de la Banda Municipal. También participaba en esa dirección una gran Profesora de canto, la Sra. Pito Santaolalla, que estuvo un tiempo dándole clases de forma gratuita. Ahí mejoró y perfeccionó su estilo.
Cuando tuve la edad de 14 años, seguí a mi hermano y también me incorporé a este formidable coro.
Conocí con Manolo el primer lugar de ensayo en los locales de la OJE, en calle Tejón y Rodríguez. Mas adelante continuamos en la incendiada y posteriormente desaparecida Iglesia de la Merced. Recuerdo un pequeño escenario y los techos con lonas.
En aquel tiempo había sido inaugurado en el paseo del Parque, por parte del Ayuntamiento, el Recinto Musical Eduardo Ocón y allí seguimos con los ensayos en el gran sótano que disponía, compartiéndolo con los músicos de la Banda Municipal.
Días inolvidables en las tardes de Domingo, cantando todos a coro, acompañados de la Banda Municipal, dirigidos por el gran maestro D. Perfecto Artola.
Mis compañeros y mi hermano ya habían interpretado alguna zarzuela en el Teatro Alkázar, en calle Moreno Monroy, antes que yo me incorporara. Igual que "Agua Azucarillos y Aguardiente" en Motril, que sí fuí pero no actué por llevar poco tiempo. Manolo que ya destacaba, representó un pequeño papel, en la entrañable zarzuela "Luisa Fernanda", en el Teatro Cervantes, cuya obra obtuvo un rotundo éxito y se repitió en un recinto ajardinado de la ciudad de Ronda. El Director escénico era el Sr. Navarrete, que tenía un hijo de mi edad en el coro.
Otros momentos emotivos donde actuó la Agrupación Lírica Malagueña, fué por ejemplo en el Recinto Musical Eduardo Ocón del Parque, cuando terminando su mandato en esta ciudad el antiguo Gobernador Civil de Málaga, D. Antonio García y Rodríguez-Acosta, le cantamos y dedicamos el himno de Jaén,_su ciudad natal,_estando él presente.
Otro bonito recuerdo fué la visita que hicimos a la axarquía, en su ciudad de Vélez-Málaga, donde interpretamos en el insigne Teatro-Cine Lope de Vega, la pieza musical "Miserere" de Ocón, con motivo de la Semana Santa.
Por ese tiempo, mi padre había montado, con una ayuda sindical, un tallercito de imprenta en calle Eduardo Domínguez Avila, frente a los Salesianos de San Bartolomé_barrio de Capuchinos_ y mi hermano trabajó algunos meses en ella. Yo también estaba, continuando bastantes años más. Recuerdo que "cortaba" la máquina eléctrica para ir a las clases de canto y me pedía que lo supliera.
Otra anécdota curiosa, es que un día atendió con suma ternura a una señora, con tanque en el calzado y problemas mentales. Esto hizo que nos visitara dos veces diarias a la imprenta y se quedara un buen rato. Quieta, echada en el mostrador, ensimismada con mi hermano Manolo, se quedaba fija mirándole. Llegamos a tomarle miedo los empleados y yo, porque la mirada fija era de cine de hipnosis. Por fin al cabo de un tiempo, dejó de entrar al taller, con alivio para todos.
Aquí termino este tercer capítulo, del que no esperaba acordarme de tantas cosas y datos. Saludos.
